"Ya que baje el sol..." Es la frase de la temporada. Cualquier cosa que se te invite a hacer, lo primero que sale de los labios de cualquier persona sensata, son esas 5 palabras.
Y es que ahora si ya resentí más el cambio de clima. Mis labios se parten por mas "lip balm" que les ponga y siento la nariz toda congestionada, sin mencionar que sales y el aire te quema, como salido de mofle.
Que hacer y que no hacer depende mucho de la posición del sol (aparte de las cuestiones financieras, obvio).
Por ejemplo ir a la playa es hermoso y es una gran ventaja, pero o se va a las 5 de la mañana (pecado total) o a las 6 de la tarde. Solo se va en el inter si quieres parecer pollo frito, quemarte las plantas de los pies y puedes exigir, que por lo que dure el ardor de cuerpo (ya ven que eso de la esclavitud está prohibido en México, y no se vaya a dar color), un esclavo con manos de seda que te unte crema o alguna otra posión que aminore la terrible sensación.
Es más, ahora es cuando muchos negocios dicen "bye bye" por el calor y regresan después.
La verdad es que no sé como le hace el Don que vende tostadas de mariscos y anda en su camioneta por todos lados (¿es uno o son varios?).
Lo admito, mucha gente se aguanta y le encanta eso, es su ideal de vacaciones. Pero yo no. Eso de estar tirada como iguana no me sabe, mucho menos me divierte.
Se me pueden ocurrir mil y un cosas para hacer en el día pero nada más salgo y me da el sol, ¡zaz! se me borra el casette (soy modelo ochentero) y solo pienso en sobrevivir: "lugares donde haya aire acondicionado y no pegue el sol" y solo se me ocurren restaurantes... y la verdad que algunos te quieren cobrar el recibo de la luz íntegro en la cuenta. No se vale.
¿Qué hacer entonces? Ya cuando baje el sol vemos.
